¿Sabes a donde van las palabras que no se dijieron?
¿A donde va lo que quieres hacer y no haces?
¿A donde va lo que quieres decir y no dices?
¿A donde va aquello que no te permites sentir?
Nos gustaría que lo que no decimos caiga en el olvido, pero lo que no decimos se acumula en nuestro cuerpo, llenando el alma de gritos mudos.
Lo que no decimos se transforma en insomnio, en dolor de garganta.
Lo que no decimos se transforma en nostalgia, en destiempo.
Lo que no decimos se transforma en deuda, en asignatura pendiente.
Las palabras que no decimos se transforman en tristeza, en insatisfacción, en frustración.
Lo que no decimos se transforma en trauma, en veneno que mata el alma.
Lo que no decimos nos encierra en el pasado. Lo que no decimos se tranforma en herida abierta...
Lo que no decimos nos esta torturando sin matar.
jueves, 9 de abril de 2015
Lo que no decimos.
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