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lunes, 13 de abril de 2015

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Y aquí estoy ahora, juntando promesas y partes rotas de aquel inocente corazón, que de tanto esperarte, desistió.
Tanto tiempo deje pasar...
¿Por que no me necesitabas como yo lo hacía?
Tan imprescindible me hiciste sentir, tan olvidable.
Hasta que decidí aprender a vivir sin ti. No fue una decisión fácil.  Voy a perder muchas lagrimas en el camino, te lo aseguro.
Espero volver a ser aquella niña que no tenia miedo a enamorarse, y volver a tener sueños e ilusiones.
Solo te digo que... no, mejor no te digo nada.

jueves, 9 de abril de 2015

Lo que no decimos.

¿Sabes a donde van las palabras que no se dijieron?
¿A donde va lo que quieres hacer y no haces?
¿A donde va lo que quieres decir y no dices?
¿A donde va aquello que no te permites sentir?
Nos gustaría que lo que no decimos caiga en el olvido, pero lo que no decimos se acumula en nuestro cuerpo, llenando el alma de gritos mudos.
Lo que no decimos se transforma en insomnio, en dolor de garganta.
Lo que no decimos se transforma en nostalgia, en destiempo.
Lo que no decimos se transforma en deuda, en asignatura pendiente.
Las palabras que no decimos se transforman en tristeza, en insatisfacción, en frustración.
Lo que no decimos se transforma en trauma, en veneno que mata el alma.
Lo que no decimos nos encierra en el pasado. Lo que no decimos se tranforma en herida abierta...
Lo que no decimos nos esta torturando sin matar.

domingo, 5 de abril de 2015

Un frio verano, eso soy yo.

Comencé a escribir desde que algo comenzó a doler. Es decir, desde que tengo uso de memoria, cada una de mis cicatrices representa una victoria, porque si algo sé, es que la vida por muchas vueltas que dé, te lleva al mismo sitio en varias ocasiones. Eres tú quien decide si bajar o seguir bailando mientras gira. Y yo, aunque han sido muchas veces en las que he querido tener el botón de apagado, sigo pisándole los pies al mundo con este bucle de melancolía.
He sido una guerrera, pero también el enemigo.
He ganado guerras, otras las he perdido ante una sonrisa.
He sido campeona llorando, y me han derrotado sin dejar de reir.
He gastado mis siete vidas cometiendo el mismo error. O amando al mismo amor.
He sido amiga, pero tambien la peor traidora.
He sangrado por las grietas de este cuerpo roto e inestable. Inhabilitable.
He sufrido insomnio por gente que sigue dandole igual tenerme, que perderme. He sido la victima, pero tambien el criminal.

Soy el gato negro que todo el mundo teme un martes 13, un lobo el día de luna llena...
Y tuve que huir.
Dejé olvidadas a muchas personas para no herirlas con mis garras. Dudo tanto que también olvidé mis sentimientos, me convertí en todo lo que un día odie de niña, pero con el tiempo me di cuenta que es obligatorio ser fuerte. Que esto es un juego a muerte, y solo lo gana quien tiene más resistencia. O la mayor estrategia.
Un triste frio verano, eso soy yo.
Tuve entre mis manos el desierto que se me escapó entre los dedos; en mis ojos, el mar que supe derramar aquel abril donde finalmente aprendí a perdonarme. Supe que por estar recordando tantas cosas, me estaba olvidando de lo más importante: de mi.
Comencé a recitarme todo lo que la vida me arrebató, predí velas a todo lo que un día eche de menos hasta mi ultimo segundo de existencia.
Ojalá alguien me quitase la ganas de dormir, el aliento y la vida con un beso. Que me quitara el chaleco antibalas por voluntad propia, dispuesta a morir en manos del amor. Esperando la bala, pero deseando que no apriete el gatillo.