Catorce de febrero

A veces un 'martes 14 de febrero', es más dañino que cualquier 'martes 13' del año. No todos miran igual el calendario. Yo prefiero un gato negro antes que un "te quiero", romper mil espejos antes que enamorarme... Nunca fui supersticiosa, pero prefiero perseguir la mala suerte, antes que ella me persiga a mi en forma de hombre.

Siempre equivocada

Seguramente, me he equivocado muchas veces. Por no creerme tus palabras en tantas ocasiones, esas que decían que éramos un `sí, pero no´. Me equivoqué por pensar que sentías lo mismo y no podrían resistirte a mí, del mismo modo en que yo no lograba escaparme de ti. Seguramente, me equivoque tantas veces que me acostumbré al error. A la miopía, a mi defecto óptico que solo me dejaba mirar desde este lado porque creía que mi lado era el tuyo, que los dos estábamos en la misma orilla. Pero allí estaba yo sola y entonces me aferré a tu recuerdo. Y de nuevo me equivoqué.

¿Donde estabas?

Estaré siempre que lo necesites dijiste... esa promesa tuvo validez hasta que de verdad necesite algo de ti y con tristeza comprobé que no estabas. Pero para qué desearte el mal si ya me contaron que buscas mi sonrisa y mi calor en cuerpos ajenos.

Pedregoso camino

Hay muchas piedras en el camino, pero no tienes que levantar cada una de ellas, disfruta del paseo sin olvidar la meta, recuerda que el futuro está en tu mano, porque sin darte cuenta el presente será pasado. Cuando mires atrás todo habrá cambiado, ya sabes misma fotografía con distinto marco, tú puedes soplar las velas, pero necesitas el barco. Algunas oportunidades llaman dos veces a la puerta, aprovéchalas porque el tiempo no espera...

Amor de invierno

Fuimos de esas historias de amor que dan orgullo contar, de esos bonitos recuerdos que valen la pena recordar en secreto. Nunca fuimos perfectos, y creo que jamás pretendimos serlo, pero de una u otra manera dimos lo mejor, siempre un poco más, siempre tanto amor. Te amé mucho, lo sabes, te quise como a nadie, y aunque probablemente vuelva a querer y vuelva a enamorarme, sé que tú eres y serás una parte muy importante de mi vida. Siento orgullo al decir que jamás te mentí, que jamás te engañé y que en verdad siempre di todo lo que podía darte, siempre una sonrisa, siempre un abrazo, siempre mi apoyo para ti. Peleamos, claro, pero ¿quien no lo hace? Nos hicieron fuerte esas "peleas", esas discusiones, esos celos que tal ver en algún momento estuvieron de más; pero todo eso nos ha hecho mejorar como personas. Mejoramos en tantas cosas. Y aunque al final nuestro amor no pudiese funcionar, igualmente te doy las gracias, por quererme, por amarme a tu manera, y por apoyarme día a día, hasta que no pudimos más. No me arrepiento de nada porque todo tiene su explicación, todo por hacernos felices. Eres un gran recuerdo, una pieza que siempre llevaré conmigo de alguna manera y aunque hoy duele tu ausencia, sabré que fue lo mejor para ti. Necesitabas volar, quizás yo también lo necesitaba. Tenemos que aprender a llegar al camino adecuado pero no de la mano, no de la tuya. No lo niego, al principio me ha dolió mucho, fue una pérdida muy grande, tantos momentos juntos, tantos recuerdos y un día simplemente ya no estabas, pero he sido fuerte, por mi y para ti. Porque siempre quise demostrarte lo fuerte que soy, que era quien siempre creíste y que aquí sigo. Te recuerdo siempre y el cariño sigue en mi, es algo que jamás se irá, pues fuiste de esas personas que nunca se olvidan. Sé con certeza que si en algún momento nos volvemos a encontrar, todo será diferente; más maduro, más sincero y con más amor para dar.

Otorga y calla.

Me marché sin querer irme. Me alejé llena de recuerdos. Me fui con lágrimas en los ojos. Me desvanecí entre tus promesas. Me perdí por el camino del olvido. Desaparecí.

Descolocada

Pasó un huracán por mi cabeza y desmontó cada uno de mis pensamientos. Al igual que un castillo hecho de Lego, las piezas quedaron esparcidas por cada rincón. Nada de lo que un día construí queda en pie. El primer amor me enseñó un significado del amor, que el último hombre que se cruzó en mi camino, cambio. No sé que es querer y me da hasta miedo averiguar algo más sobre ello. La primera amistad es las más sincera, esa de guardería, las demás son conocidos. Con los años desconozco cual es la verdadera o la falsa. No diferencio el bien del mal, no sé que es real o ficticio. Me he vuelto cobarde, desconfiada, esquiva, arisca. Algo que no soy yo, y todo por culpa de los años, de las lecciones y de las decepciones. Me da pena tener que cambiar mi forma de ser por los daños. Demasiadas emociones con casi veinte años.