Incertidumbre.

Me da rabia no poder preguntarte sobre mis 1012 dudas o sobre tus 1202 dudas. Siempre esquivarás mis preguntas con respuestas absurdas, porque tu valentía brilla por su ausencia. Sabes mejor que nadie, que la incertidumbre y yo, no nos llevamos bien. Y aún así te da igual dejarme pensando. ¿Qué hay más cruel que las dudas de una enamorada abandonada sin motivos? Bueno, motivos como: - "No eres tú, soy yo". ¿Tú por qué?¿En que me perdí? - "Te quiero, pero...". ¿Pero qué?¿Desde cuándo hay excusas para querer? - "Necesito tiempo". ¿Tiempo para que?¿Para gastarlo con otras? - "Hay cosas que no...". ¿Qué no que?¿Por qué no eres sincero? - "No sé que hacer". ¿Y dejarme es tu solución a todo?¿En que te fallé? - "Vamos muy deprisa". ¿A dónde?¿Se puede querer con frenos? "No pienses que no te quiero". ¿Qué hago?¿Tengo que pensar que me amas? "No pretendo hacerte daño". ¿Y que piensas que estás consiguiendo?¿Cómo puedes ser tan hipócrita? "Cuando aclare mis pensamientos iré a buscarte". ¿De verdad se te pasa por la cabeza que seguiré queriéndote?¿O esperándote? La verdad duele, pero la duda tortura.

Nada más...

Se borraron las letras que un día te escribí, dejaron de sonar las canciones que te dediqué. Ya no siento el olor de tu perfume, ni escucho tu respiración. Se agotaron los versos, se desgastaron los recuerdos, se marchitó nuestra primavera, en un frío invierno. No queda nada de ese amor eterno. Quizás el eco de tu risa retumba dentro mi cabeza, en alguna que otra noche de soledad. Nada más... Sigamos siendo desconocidos.